En un rincón a unos 30 kilómetros de Hermosillo, se encuentra el Ejido San Miguel, una comunidad que ha encontrado una fuente sostenible: la energía solar. Este proyecto fotovoltaico es un ejemplo inspirador de cómo la innovación y la colaboración pueden transformar la vida de las comunidades.
El Ejido San Miguel se enfrentaba a una necesidad apremiante: los altos costos de la electricidad. Muchos hogares luchaban por pagar sus facturas de luz, y esta preocupación afectaba su calidad de vida.
La respuesta a esta preocupación llegó en forma de un proyecto fotovoltaico que fue el resultado de una asociación entre la comunidad y Sempra Infraestructura. Se instalaron paneles fotovoltaicos en el pozo del Ejido, una solución que no solo ayuda a reducir los costos de electricidad, sino que también contribuye al cuidado del medio ambiente.
Los paneles solares permitieron que las familias de San Miguel reduzcan su consumo hasta un 50%. Alrededor de 50 familias fueron beneficiadas con este ahorro en las facturas de electricidad. Además, se brinda la oportunidad de reinvertir esos ahorros en la familia.
El éxito de este proyecto fotovoltaico ha sido tan notable que se está considerando la posibilidad de ampliarlo en el futuro. Este es un recordatorio de que, incluso en lugares remotos, la innovación y la energía renovable pueden llevar esperanza y un futuro sustentable que beneficie a todos.