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La transición hacia el uso de energías limpias se ha convertido en una prioridad global, impulsada por acuerdos internacionales como el de París. Este desafío busca reducir el impacto ambiental y el calentamiento global, dejando atrás los combustibles fósiles para dar paso a energías renovables como la solar, eólica e hidroeléctrica.

Chile: Líder en Energía Solar

Chile está dando pasos significativos en este camino. Con una geografía privilegiada, especialmente en el desierto de Atacama, el país ha logrado aprovechar de manera eficiente la energía solar. Jorge Vidal, Primer Secretario de la Embajada de Chile en México, destacó que aunque aún enfrentan retos, los avances en temas sociales y ecológicos son notables.

En Chile, las plantas solares funcionan con inversión privada, mientras que el gobierno actúa como regulador para garantizar que el proceso beneficie a la población. Esto refleja un modelo donde la colaboración entre sectores impulsa el desarrollo sostenible.

Colaboración Chile-México

Chile no está solo en este esfuerzo. Vidal mencionó que la colaboración con México ha sido clave, ya que ambos países comparten características climáticas que favorecen la generación de energía limpia. Además, México cuenta con recursos naturales que ofrecen un gran potencial para liderar en esta transición.

El intercambio de conocimientos y tecnologías entre ambos países ha permitido fortalecer sus estrategias. Proyectos conjuntos están sentando las bases para prácticas renovables que beneficien tanto a la región como al medio ambiente global.

Un Futuro Compartido

El caso de Chile nos muestra que la transición energética no es solo un tema de tecnología, sino de visión y trabajo conjunto. Este esfuerzo no solo busca proteger el planeta, sino también generar oportunidades económicas y sociales.

Al observar estos avances, queda claro que con compromiso y cooperación, tanto Chile como México están marcando un camino hacia un futuro más sostenible.